Nos hemos acostumbrado a vivir con estrés. Desde que nos levantamos, llegar a tiempo a algún lugar, cumplir con nuestras tareas diarias, las relaciones familiares, de pareja, con otras personas… Estas y otras circunstancias nos producen estrés y solemos pensar que quizá se refleje en forma de insomnio, irritabilidad o nerviosismo. Pero también afecta a tu cuerpo de otras maneras. Por ejemplo, ¿sabías que el estrés también afecta a tu piel? En efecto, como veremos a continuación.
Estrés y la piel
Cuando te estresas, tu organismo reacciona químicamente, haciendo que tu piel se vuelva más sensible y reactiva. Este proceso lo notas cuando, por ejemplo, cuando tienes la fecha límite de un proyecto, te salen más granitos en la cara. Quizá lo atribuyas a cuestiones hormonales, a que comiste determinados alimentos, etc., pero lo cierto es que se debe al estrés en la piel.
El estrés en la piel se manifiesta de varias maneras, ya sea con hipersensibilidad (a cremas, ciertos productos químicos, al sol, al frío, etc.), o con dificultad para curarse. Cuando eso te ocurra, analiza primero si en este preciso momento estás pasando por una situación estresante. De ser así tu cuerpo puede producir cortisol (por eso puedes tener más acné). Pero también puedes notar que otros problemas cutáneos como la psoriasis, el eczema o la rosácea, se incrementan.
¿Qué puedo hacer en el caso de que el estrés afecte mi piel?
Para empezar, si no puedes apartarte de la situación estresante, en cuanto te sea posible practica la meditación y el mindfulness. Realiza ejercicio (una simple caminata será bien recibida) y date tiempo para hacer alguna actividad que te guste y te relaje. Si te es posible, delega tareas o establece límites. Hablar con alguien cercano sobre cómo te sientes, también ayudará a gestionar -incluso disminuir- tu estrés.
Y de manera tópica, evita exfoliantes agresivos, productos que contengan alcohol o que sean irritantes. En algunos casos necesitarás acudir con un dermatólogo para comentarle sobre tu problema y que te prescriba el tratamiento adecuado.
Manifestaciones del estrés en el rostro (y cómo tratarlas)
En el caso de que manifiestes acné, está el Serum reparador impurezas Clear Balance Skeyndor, con actividad retinol-like. O el Factor Normalizante Clear Balance Skeyndor para pieles grasas y con acción seboreguladora. Si ya hay ojeras presentes, el Gel refrescante contorno de ojos y pestañas Power Hyaluronic Skeyndor es lo ideal.
Para piel seca, la leche en espuma nutritiva Expert Cleanse que nutre y protege los lípidos de función barrera, es perfecta, así como otros productos Skeydor. Y si presentas arrugas prematuras por estrés en la piel, está la crema rellenadora de arrugas Corrective Skeyndor o la Emulsión rellenadora de arrugas también de Skeyndor. Así como la crema intensiva para arrugas Natural Defense Skeyndor.
Cualquiera de estos productos los tenemos disponibles en Sentir & Ser en nuestra web, en donde te ofrecemos lo más top para tu piel. Si presentas problemas de sarpullido por calor, eczema, dermatitis por contacto, etc., no dudes en consultar con tu médico.