Estos días se está hablando mucho de si con el uso de la mascarilla es necesario utilizar o no factor de protección solar. La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), dice que debido a la falta investigación científica sobre este tema no se pueden pronunciar sobre si protegen y hasta qué nivel. De momento la ciencia, no se ha dedicado a investigar esta cuestión.
Sí existen estudios sobre la protección de la ropa y los diferentes tejidos. En función del entramado del tejido, es decir, la distancia entre los hilos, y el color, la barrera será mayor o menor. El lino, por ejemplo, equivaldría a una crema con factor 20, mientras el algodón podría llegar a 30 y los polos a 50. La tinta de colores oscuros se adhiere a los hilos haciendo los espacios entre ellos más pequeños y, por tanto, con menos filtración de rayos. El desgaste, sin embargo favorece esta filtración al agrandarse los huecos, igual que la humedad ¿la razón? El efecto lente que provoca el agua en contacto con la luz, permitiéndole pasar con mayor facilidad.
Por lo tanto esto nos da a entender que las mascarillas no previenen contra los daños solares. En el caso de las quirúrgicas, que están fabricadas con materiales como celulosas o polipropilenos, el freno frente a los rayos solares es escaso y por tanto, su nivel de protección es muy reducido, las higiénicas, de algodón, resguardan mejor, pero no debemos confiarnos ya que no es total y la cara es una zona muy sensible.
Así pues debemos aplicarnos protector solar. Lo ideal es ponerse crema en toda la cara. Así, se evita la aparición de manchas y otras posibles alteraciones producidas por el sol.
Lo recomendable es escoger una protección alta, de SPF 50. Nuestra piel está mucho más sensible por la falta de exposición solar durante la alerta sanitaria. Al privarnos de las salidas durante la primavera, el cutis no se ha habituado a la intensidad del sol y se ha reducido la producción de melanina, sistema de protección natural de la dermis ante la radiación. «Además, la piel tras el encierro puede estar más debilitada por el ambiente más seco de nuestros domicilios.
Con Skeyndor encontramos este índice de protección en varios productos que te recomendamos para proteger la piel del rostro:
–Emulsion protectora Dry Touch SPF 50, es una fórmula tacto seco con microesferas. Absorben selectivamente los aceites para crear un efecto [Dry Touch] de larga duración sin resecar la piel. Con textura ligera y máxima protección UVA + UVB + IR. Resistente al agua. Contiene células madre que combaten el fotoenvejecimiento global.
–Crema protectora con color SPF 50+, crema facial con color y protección muy alta SPF50+. Protege las pieles con alto riesgo de eritema solar o sensibles al sol. Resistente al agua. Con máxima protección UVA + UVB + IR y células madre que combaten el fotoenvejecimiento global.
– Crema protectora Blue Light Technology SPF50+, Crema facial con factor de protección solar muy alto, SPF50+. Con tecnología exclusiva BLUE LIGHT TECHNOLOGY de SKEYNDOR, una protección por bloqueo directo de los rayos de luz HEVis (luz azul). Para pieles de alto riesgo o sensibles al sol. Protector de muy amplio espectro: UVB, UVA, HEVis e IR. Tacto no graso. Resistente al agua.
– Spray protector invisible SPF50, Máxima protección UVA + UVB + IR con células madre que combaten el fotoenvejecimiento global. Su sistema “Vag- on-valve” consigue una óptima aplicación en cualquier posición y permite alcanzar las partes del cuerpo de difícil acceso. Apto para niños a partir de 3 años.
– Maquillaje compacto SPF 50, Este maquillaje aporta un bronceado instantáneo con un acabado mate satinado. Su fórmula contiene una alta protección UVB + IR y células madre, para proteger la piel al máximo ante los efectos negativos del sol. Maquillaje bronceado instantáneo. Libre de aceites. Acabado mate satinado.
Ya sabes, ¡aunque utilices mascarilla, no olvides tu protector solar!